viernes, 16 de octubre de 2009

Impuestazo: la verdad que esconde Tierra del Fuego y el "corralito" a las empresas.

Agravaria mas la situación la aprobación del denominado “impuestazo” tecnológico pretendiendo favorecer la producción en Tierra del Fuego.

La intención del Gobierno de elegir a una provincia, y transformarla en un polo industrial similar al que Brasil tiene en Manaos, esconde en realidad una serie de falencias que no hacen más que confirmar que esa ambición es, al menos por el momento, un sueño muy difícil de llevar a cabo.

La potencial aprobación del denominado “impuestazo” tecnológico, que grava con una serie de tributos a ciertos productos electrónicos y pretende favorecer la producción en Tierra del Fuego, agravaría aún más la situación, con el consecuente impacto que esto traería para los consumidores argentinos.

Sucede que a pocos días de que el tema resulte nuevamente tratado en la Cámara de Senadores, un grupo de empresas con intenciones de instalarse o, en todo caso, ampliar sus respectivas estructuras de producción ubicadas en el territorio más austral de la Argentina, dieron a conocer una sumatoria de obstáculos que, en la mayoría de los casos, complican seriamente el futuro de tales emprendimientos.

Hay infinidad de trabas, que van desde la falta de predios para la puesta en marcha de nuevas plantas hasta la ausencia de proveedores de insumos, por citar algunos ejemplos. Las mismas abortan cualquier iniciativa de los fabricantes de celulares, televisores, equipos de audio e incluso hornos microondas, entre otros desarrollos tecnológicos.

Entre las compañías afectadas se encuentran Noblex, BGH, Tecnotronic (fabricante de celulares y módems GSM/GPRS), Telecomunicaciones Fueguinas (celulares), Mach Austral (teléfonos móviles y módems para notebooks), Cisa Fueguina (celulares) y Electrónica Glaciar (TV, video, audio, celulares, equipos de aire acondicionado).

Esta grave situación que atraviesan las empresas salió a la luz a partir de un documento al que accedió en exclusiva iProfesional.com. Dicho texto, concebido el 27 de agosto de este año en base a un encuentro de la Comisión de Evaluación por los decretos 479/1995 y 490/2003, detalla el estado en el que se encuentran las firmas que promueven la elaboración de tecnología en Tierra del Fuego.

El informe desnuda una realidad que pone de rodillas los argumentos de quienes postulan a la provincia mencionada como “la Manaos argentina”: Tierra del Fuego carece de una estructura capaz de asegurar cualquier mínimo aumento de la producción. Por ende, resultaría imposible garantizar la operatividad de las empresas que se insalen en el lugar o aquellas que intentan ampliar sus plantas.

¿Por qué? Adrián Lamandía, gerente general de Novatech, lo explica con claridad: “Hoy la provincia tiene problemas gravísimos a nivel logístico. Imaginemos cómo será para las empresas nuevas. Para una compañía, trasladarse ahí es directamente imposible. No hay energía, predios o mano de obra calificada”.

Corralito
“Una prueba de esta imposibilidad se ubica en cómo está distribuida la producción en la actualidad. Hay cinco productores y nada más. ¿Por qué no hay más, cómo en Manaos? Por la falta de infraestructura. Ni siquiera se pueden instalar las compañías con planes aprobados hace años”, aseguró a iProfesional.com.

El destierro de la expresión “nueva Manaos”, que algunos funcionarios y dueños de empresas le atribuyen al territorio patagónico, también es promovido desde entidades como la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA).

Norberto Capellán, titular de la organización, arremetió con un dato concreto: el Estado fueguino mantiene cerrada la radicación de compañías electrónicas en su territorio desde el año 2005. “Si una empresa hoy quiere instalarse, no puede hacerlo. Eso está hecho para favorecer a las empresas que ya están produciendo en esa provincia”, indicó.

Precisamente las trabas esgrimidas por los emprendimientos, presentes en el texto surgido del encuentro de la Comisión de Evaluación parten de iniciativas que, aprobadas por la Secretaría de Industria, Comercio y Pyme nacional, datan en su mayoría del 2005.

Con la ley se va a beneficiar tan sólo a cinco empresas. ¿Y hablan de Manaos?", ironizó Capellán. "Allí funcionan 500 compañías. Acá el Gobierno se propone beneficiar a sólo unas pocas y que encima son polirrubro. O sea, que de un día para otro comenzarán a fabricar computadoras cuando hasta ayer venían haciendo otra cosa”, comentó.

Si bien Capellán destaca a cinco empresas como las que concentran la fabricación en Tierra del Fuego, lo cierto es que ese número puede reducirse a sólo tres “gigantes”: Newsan, BGH y Radio Victoria Fueguina.

En ese tridente, Newsan asoma como la principal. Propiedad del empresario Rubén Cherñajovsky -también dueño de Electrofueguina SA– la firma factura alrededor de u$s1.100 millones por año y fabrica equipamiento para marcas como Sanyo, ATMA, Noblex y Philco.

Cherñajovsky también es señalado por varios medios fueguinos como el verdadero propietario de la reconocida BGH, si bien esto no pudo ser comprobado.

Por el lado de Radio Victoria Fueguina, la firma ostenta el control de las marcas Hitachi y Kelvinator y además es licenciataria de RCA.

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